-El ordenador más desordenado-

La gente suele decir que nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, así que aquí me hallo con mis casi 78 años e intentando aprender a usar un ordenador. Pregunté a mi nieto José, digo Armando,¿Pedro? ¿o era Israel? Es que se lía uno con tantos nombres... Bueno, como iba contando, le pregunté qué necesitaba para montar mi propio ordenador, y él me hizo una lista.

Total, que a la mañana siguiente me encontraba yo en la piscina municipal dispuesto a conseguir un monitor para tachar el primer objeto de la lista, (que no sé yo para qué quiere un ordenador aprender a nadar). El segundo objeto me resultó más sencillo, compré un par de trampas, un buen queso y en menos de un día me hice con él. Sin embargo, el tercero era más complicado; porque ya me dijo a mí el médico que una vez empiezas a perder la memoria no se puede hacer nada, así que ¿qué íbamos a hacer si no tenía?... Pero por darle unas pocas de mis pastillas tampoco iba a pasar nada ¿no? Luego ventiladores no me hizo falta comprar, porque hace poco instalé en mi casa aire acondicionado, que con esto del calentamiento global uno se asfixia. Yo la verdad que no entendía muy bien para qué necesitaba todos estos cacharros, pero como la tecnología es como es, que ahora tú metes los alimentos crudos en un artefacto con cuchillas y ya te salen hasta con la mesa puesta... Pues no dudé.

Cuando terminé de tachar todos los elementos de la lista más bien parecía que iba a hacer la competencia al bazar de la esquina, en lugar de a montar un ordenador... 

                                                                                                                              CARLOS JIMÉNEZ GARCÍA.- 2º BTO: A.